En 2025, celebrando su 9ª edición como festival, NUDO, festival de poesía desatada celebra la luz
Walt Whitman decía que cada momento de luz y oscuridad es un milagro.
Y para que la luz brille tan intensamente, la oscuridad debe estar presente. Ambas son necesarias.
Cuando estamos a la búsqueda, cuando estamos explorando el fabuloso y a la vez angustiante camino de la vida, vamos de la llama a la luz, de la sombra a la oscuridad. Es un paseo constante, es un paseo errático, de equilibrios inesperados, de destellos sorprendentes.
La investigadora que tiene una epifanía en un momento dado tras años de ardua observación, prueba y error; la niña que actúa y recita de memoria su papel en la obra de final de curso en el cole; el atleta que se supera a sí mismo en una competición; la orquesta que consigue la mejor versión de una partitura tras centenares de ensayos, el poeta que da finalmente con esa palabra clave que ilumina el poema entero.
Todo – TODO- camino es arduo. Decía Lezama Lima que solo lo difícil le era estimulante.
Y este año celebramos eso, la luz, tras un largo empeño. Porque lo que vale es el intento, el propósito que nos mueve, el motor que nos arroja a acometer algo, ese brillo en los ojos. Porque casi es más importante el fuego que nace, la llama que arde, que la luz que irradia.
Este manifiesto es para deciros, seres amigos de dulzura inexplicable, que para nosotras, lo que convierte la noche en luz, lo que ilumina las tinieblas, es la poesía. Sea leída, escrita o puesta en un escenario, la poesía -como símbolo de todo aquello que nos cuesta nombrar- puede ser una pequeña luz en momentos de mucha oscuridad.
Ad Astra per Áspera.
Hacia las estrellas, a través de la dificultades.
Bienvenidxs a NUDO 2025
*Texto escrito por Carmen Berasategui